Este día, el Senado de la República aprobó en lo general la reforma a la Ley del Infonavit y a la Ley Federal del Trabajo, otorgando al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores la facultad de construir viviendas para empleados.

La reforma, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, permitirá al Infonavit utilizar 2.4 billones de pesos de las subcuentas de los trabajadores para financiar proyectos habitacionales mediante una nueva empresa constructora controlada por el Instituto. Además, se incluye un programa de arrendamiento social que ofrecerá a los trabajadores la opción de rentar con posibilidad de compra tras 10 años.

La votación reflejó una clara división política: el bloque oficialista de Morena y sus aliados respaldó la medida, mientras que la oposición la criticó, advirtiendo riesgos para los ahorros de los trabajadores y una concentración excesiva del control gubernamental sobre los fondos del Infonavit.

El senador del PAN, Marko Cortés, rechazó la reforma señalando: “Si queremos ayudar a los trabajadores a tener casa, no es robándose sus ahorros, sino destinando presupuesto público”. Por su parte, la senadora panista Lilly Téllez calificó la medida como “estatismo inhumano” y una “expropiación del dinero de la gente”. Además, la senadora del PRI, Carolina Viggiano, acusó al gobierno de intentar apropiarse de recursos equivalentes a 2.4 veces el monto del Fobaproa.

La iniciativa pasará a la Cámara de Diputados para su discusión final.