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La presidenta Claudia Sheinbaum presentó la Estrategia Nacional del Sector Eléctrico, pieza clave del Plan Nacional de Energía, que promete garantizar el suministro de electricidad en México, dando a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una participación del 54 por ciento en la generación eléctrica, mientras que el sector privado asumirá el 46 por ciento restante.
Sheinbaum subrayó que esta estrategia busca robustecer a la CFE mediante esquemas financieros que permitirán aumentar la capacidad de generación de megawatts, con un fuerte enfoque en fuentes renovables. La mandataria destacó que este plan recupera la capacidad de planeación energética, “proceso que inició el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, perdido entre 2013 y 2018 con la reforma energética”.
Luz Elena González Escobar, titular de la Secretaría de Energía (Sener), detalló los cuatro ejes del plan: fortalecer la planeación del sector, avanzar en la justicia energética, asegurar un sistema eléctrico confiable y establecer reglas claras para incrementar la inversión privada.
La funcionaria señaló que se implementarán programas como cocinas limpias y paneles solares en zonas del norte del país, comenzando en Mexicali, Baja California. Este proyecto busca electrificar zonas rurales, apoyando a familias sin acceso al servicio y promoviendo acuerdos entre empresas privadas y comunidades para fomentar el desarrollo regional.
El plan también contempla la inversión de 23 mil 400 millones de dólares en la CFE, destinada a la generación, infraestructura y distribución. En este contexto, Emilia Esther Calleja Alor, directora de la CFE, afirmó que la compañía busca garantizar la soberanía energética y alcanzar el objetivo del 54 por ciento de generación para finales de este año.
La CFE, responsable de la confiabilidad del sistema eléctrico nacional, enfrenta retos como desastres naturales, donde sus equipos trabajan para restablecer el servicio rápidamente. Además, ejecuta el Plan de Confiabilidad, que contempla acciones preventivas, mantenimiento de centrales generadoras y renovación de inventarios de combustibles, en coordinación con otras áreas.
En la transición energética, el plan estima una demanda de 64 mil 979 megawatts para 2030, impulsada por energías limpias.