El episodio se viralizó en plataformas digitales, convirtiendo a Cedillo en tendencia, con opiniones divididas sobre su responsabilidad en el incidente.

Mientras algunos manifestantes del PJF lo señalan como provocador de la violencia en el evento, simpatizantes del gobierno defienden su versión de los hechos, alegando que fue víctima de la agresión inicial.

El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el incidente ocurrido ayer en Veracruz, donde fue agredido con una botella de agua durante un acto público. Aseguró que la situación no pasó a mayores y atribuyó la acción a personas molestas por las políticas de su gobierno.

“Ayer me tiraron una botella de agua. Es que yo empecé jugando béisbol, era fielder, imagínense si no sé, si hasta la pude haber agarrado, pero no pasó a mayores”, bromeó el mandatario durante su habitual conferencia matutina.

López Obrador indicó que ciertos sectores conservadores están molestos con la llamada Cuarta Transformación, debido a los cambios que se están implementando en el país. “Entiendo que están enojados, están molestos, ellos quisieran que no cambiara nada”, comentó, refiriéndose a aquellos que buscan mantener el status quo.

El presidente también destacó que, a pesar del incidente, no habrá represalias. “Otra cosa que les molesta mucho es que no haya represión. Por ejemplo, al que tiró la botella ayer, ese puede estar tranquilo, no pasa nada. No pasa a mayores”, reiteró.

La agresión no provocó lesiones y López Obrador mantuvo su postura de no actuar contra el agresor. En su discurso, recalcó la importancia de continuar con los cambios estructurales que se están llevando a cabo en el país y aseguró que, con el tiempo, el malestar entre los opositores disminuirá.