¡Síguenos!#UnDíaComoHoy 24 de marzo del 2022 se cumplieron 40 años del gran incendio que consumió a la Cineteca Nacional de México, cuando sus instalaciones se encontraban en Calzada de Tlalpan y Río Churubusco.
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El complejo contaba con tres salas, la más grande era la Sala Fernando de Fuentes, tenía capacidad para 590 espectadores. Tenía una área de bóvedas para la preservación de los filmes y todos los archivos que formaban parte del acervo.
El trágico incendio de 1982 acabó con las salas y gran parte del acervo. Lo que se sabe es que el día del incendio se proyectaba la película La Tierra de la Gran Promesa y que pasadas las 18:00 inició el incendio.
De acuerdo a lo publicado por el diario El Universal, “estallidos se iniciaron alrededor de las 18:50 horas en las bodegas ubicadas en el lado sur del edificio de la Cineteca (…) y de inmediato se inició el desalojo del público que se encontraba en las salas Fernando de Fuentes y Salón Rojo”.
Los reportes en medios impresos de la época señalaban que las causas aparentes del siniestro fue un corto circuito en los laboratorios de revelado donde se almacenaban productos químicos, entre ellos el nitrato de plata que se utiliza en la elaboración de las películas, el cual es altamente explosivo, y el que habría provocado las explosiones en cadena.
Se sabe que la magnitud de los estruendos llegaba a más de 5 kilómetros a la redonda, y que comercios, inmuebles particulares y la casa-cuna del DIF (que aún se encuentra sobre Calzada de Tlalpan), sufrieron daños en su estructura.
Como era de esperarse, el tránsito de las calzadas de Tlalpan y Río Churubusco, así como otras vialidades del sur de la ciudad, quedó paralizado e, inclusive, el Sistema de Transporte Colectivo Metro suspendió el servicio en la Línea 2 por más de tres horas.
Más de 300 bomberos de las subestaciones Tlalpan, Saavedra, Tacubaya, Tacuba y de la Central de Bomberos, trabajaron para controlar el incendio. Al lugar también llegaron más de 20 ambulancias de la Cruz Roja, 15 del ERUM, 12 del ISSSTE y 15 del Instituto Mexicano del Seguro Social, mismas que trasladaron a los lesionados a los hospitales Xoco, Rubén Leñero, Balbuena, 20 de Noviembre y Cruz Roja.
Además más de 1,000 elementos de la entonces Dirección General de Policía y Tránsito, entre motociclistas, granaderos, patrulleros acudieron para apoyar en los trabajos de seguridad y rescate, acordonaron un área de 500 metros a la redonda, para impedir la llegada de curiosos que pudieran entorpecer las labores de bomberos y paramédicos.
Tras casi 16 horas de labores, los bomberos lograron controlar el incendio. El saldo fue de 5 muertos, 3 desaparecidos y al menos 50 lesionados (entre ellos cinco niños), hubo pánico entre las personas que se encontraban en el lugar y entre habitantes de las colonias vecinas. Al día de hoy se desconoce el número exacto de decesos y los daños reales al acervo de la Cineteca.
Entre los lesionados se encontraba el director de cine, Jorge Durán Chávez, quien fue trasladado a bordo de una ambulancia a su domicilio, donde fue atendido por médicos particulares.
Las pérdidas materiales era por decenas de millones de pesos, y que se registraron 8 explosiones en serie que iniciaron el siniestro.
Como lo revelan las imágenes de ese día, prácticamente todo el edificio se consumió. Se estima que se perdieron más de 6 mil 506 películas, 2 mil 300 guiones, 9 mil libros, así como negativos de películas de Juan Orolo y Manuel Álvarez Bravo, el archivo fílmico de la presidencia de Plutarco Elías Calles e incluso dibujos originales de Diego Rivera.
Si quieres saber más sobre lo que paso ese 24 de marzo trágico te recomendamos el documental Los rollos perdidos (2012) de Gibrán Bazán, con el que el cineasta ofrece detalles sobre lo ocurrido y con el que trata de explicar qué pasó realmente y sobre el paradero de las filmaciones de Servando González de la matanza del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, una de las líneas que algunos han señalado como el origen del incendio.