¡Síguenos!Cuando en la elección intermedia de 2021 los fundadores de la Cuarta Transformación (4T) poblana buscaron merecidas candidaturas, el grupo afín al diputado federal Moisés Ignacio Mier Velazco acaparó y se repartió las posiciones; fue señalado por “vender” postulaciones y hay denuncias penales; se convirtió en una secta que defraudó al lopezobradorismo.
TwittearVisitas: 1120
Ahora, esa camarilla segregacionista acusa falsamente “exclusión”. Qué incongruencia.
En una conferencia de prensa, los cinco diputados locales que tienen como jefe a Mier Velazco denunciaron que no los toman en cuenta y que no los apachan en el gobierno estatal ni en el Congreso.
Las declaraciones fariseas vienen como tardío pretexto para buscar reflectores, en el contexto de los tiempos preelectorales que se vienen.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) vine una natural efervescencia por la selección interna que habrá de abanderados y la secta de cinco integrantes busca subirse a la arena pública, aunque sea con un falso debate.
Los legisladores Carlos Alberto Evangelista Aniceto, Daniela Mier Bañuelos -hija de Moisés-, Eliana Angélica Cervantes González, María Yolanda Gámez Mendoza y José Iván Herrera Villagómez se martirizaron sin éxito ni verosimilitud.
Dicen que son “bloqueados” y “excluidos”. Pero los datos duros los contradicen.
En la fuente legislativa se sabe que el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), Eduardo Castillo López, llama al grupo disidente de Morena constantemente al diálogo y al consenso; que siempre son consideradas sus participaciones y sus iniciativas, por anodinas que sean.
La queja específica de ese grupo sectario es que no fueron convocados a la reunión del lunes con el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, pero no dicen que se trató realmente de un encuentro informal y que fueron integrantes de varios grupos legislativos.
El mismo gobernador los ha convocado a las reuniones formales y hasta en Casa Puebla pudieron placear a su jefe, Moisés Ignacio, hace unas semanas, cuando vino el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, Mario Martín Delgado Carrillo.
Una cosa es segura de ese llamado también Grupo Cinco (G5): buscan contaminar el trabajo legislativo, politizarlo y, en un caso ulterior, preparan una campaña contra sus colegas del Congreso y contra el Gobierno del Estado.
Faltan hojas del calendario para que comience formalmente el proceso interno de Morena, pero la desesperación de ese grupo, anuncia cuál será su destino: el fracaso.