¡Síguenos!A pesar de los avances en la reparación de los mil 900 planteles que sufrieron algún tipo de daño en los pasados sismos del 7 y 19 de septiembre, 22 mil 700 alumnos de educación básica tendrán que iniciar el ciclo escolar 2018-2019 en 220 aulas provisionales o en otros planteles donde les han dado alojamiento en estos últimos 11 meses.
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Esta cifra de estudiantes, que aún no pueden tomar clases, representa el 2 por ciento de los que tuvieron que mudarse tras el sismo del año pasado y, aunque en términos porcentuales parece poco, se trata de alumnos matriculados en 52 escuelas que deberán seguir fuera de sus salones, debido a que la reconstrucción aún no concluye. Será posiblemente hasta octubre cuando regresen a sus respectivos planteles.
Así lo detalló el director general de Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (Inifed) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Luis Fernando Domínguez, al subrayar que la reconstrucción ha sido una tarea ardua, que para algunos podría parecer lenta, pero si se le compara con las rehabilitaciones que ha habido en escuelas de otros países como Chile, Japón o Italia, después de haber sufrido un sismo, la reparación en la Ciudad de México ha sido rápida.
En entrevista con Excélsior, el director general del Inifed explicó que los alumnos de estos planteles continuarán reubicados en otros espacios escolares cercanos, ya que la magnitud de los trabajos de reconstrucción no permite que los niños cohabiten en el plantel.
Aunado a estas escuelas que todavía no podrán abrir sus puertas el próximo lunes, detalló que se suman 25 planteles en los que tampoco han concluido las obras de reparación, pero por tratarse de trabajos avanzados, los estudiantes podrán tomar clases en aulas provisionales dentro de los mismos, en patios o algún espacio del plantel.