¡Síguenos!Las elecciones presidenciales de 2024 en el país vecino perfilan dos escenarios distintos, con implicaciones profundas para nuestro país, según quién se alce con la victoria: el candidato del Partido Republicano o la candidata del Partido Demócrata.
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La política migratoria, la relación comercial y la seguridad fronteriza son tan solo algunos de los temas en los que México deberá adaptarse a los cambios que puedan traer consigo las elecciones.
El tema migratorio se perfila como un punto crucial en la agenda de ambos aspirantes. Trump plantea la deportación de hasta 11 millones de migrantes indocumentados, mientras que Kamala Harris apoya medidas punitivas que incluyen la prohibición de retorno por cinco años para aquellos que ingresen ilegalmente.
Cualquiera de estas políticas podría ejercer una presión significativa sobre México en la gestión de los flujos migratorios.
México deberá fortalecer su cooperación con EE.UU. para evitar una crisis humanitaria y promover políticas conjuntas que garanticen los derechos humanos de los migrantes y la estabilidad en ambos países.
El comercio entre México y Estados Unidos enfrenta una posible disrupción con la inminente revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) en 2026.
Harris ha manifestado preocupaciones sobre el TMEC por temas ambientales y laborales, mientras que Trump ha sugerido aumentar los aranceles en sectores clave como la industria automotriz, con el objetivo de proteger la producción estadounidense. Para México, este panorama demanda una estrategia que subraye los beneficios del TMEC para ambas economías, buscando proteger los empleos y la estabilidad de sus industrias clave ante posibles políticas proteccionistas.
En términos de seguridad, los dos partidos presentan enfoques divergentes.
Los republicanos favorecen una postura de intervención directa, incluyendo la posibilidad de utilizar drones y fuerzas especiales en territorio mexicano para combatir grupos criminales.
En contraste, los demócratas abogan por un incremento de la cooperación en inteligencia y seguridad. Ante este escenario, México deberá tomar decisiones estratégicas que mantengan su soberanía y prioricen el combate a la violencia y al tráfico de armas, trabajando en una colaboración basada en el respeto mutuo y la eficiencia.
Entonces a medida que Estados Unidos se acerca a un momento electoral clave, para México la estabilidad y cooperación a largo plazo son esenciales.
La interdependencia entre ambas naciones hace que cualquier cambio en la política estadounidense impacte directamente en la vida y economía mexicanas.
Por ello, la construcción de una relación basada en el diálogo y en políticas bilaterales sólidas es fundamental para enfrentar juntos los desafíos compartidos, protegiendo así la prosperidad y seguridad de ambas sociedades.