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Senadores de Morena, PRI, PAN y especialistas como Mauricio Merino y Eduardo Bohórquez rechazaron el señalamiento del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de otorgar “perdón” a corruptos que no tengan abiertos procesos judiciales.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, aseguró que respeta las declaraciones de López Obrador, pero aclaró que en lo personal no está de acuerdo con un borrón y cuenta nueva para los corruptos, por lo que en la Cámara Alta trabajarán para combatir ese flagelo.
“Nosotros vamos a continuar con nuestro trabajo como Poder Legislativo. Vamos a intentar dar al país un marco jurídico que combata a la corrupción, la deshonestidad, que combata el huachicoleo, delitos electorales, vamos a construir el marco jurídico para que nunca más se vuelva a saquear al país”, dijo.
La presidenta nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, se manifestó en contra de esa propuesta y subrayó que “en el partido creemos que las instituciones tienen que hacer su trabajo y cumplir con su responsabilidad, todos los servidores públicos debemos acatar las leyes.
“El PRI no quiere amnistías para nadie, sino que se cumpla la ley, que las instituciones cumplan con su responsabilidad, que los servidores públicos rindan cuentas, porque eso no puede estar sujeto a la voluntad del Presidente ni de nadie”, afirmó.
Marko Cortés, presidente nacional del PAN, dijo que el perdón a los corruptos que no están siendo procesados es el “pacto de impunidad” de López Obrador con personajes de la clase política, muchos de ellos del sexenio que está por concluir.
“En un acto más de autoritarismo, López Obrador está violentando las instituciones de justicia para ofrecer perdón a aquellos que han cometido delitos y que merecen ser sancionados”, dijo.
El presidente interino del PRD, Ángel Ávila, señaló que el perdón que ofrece el presidente electo a los funcionarios corruptos lo único que generaría es “más impunidad”, sobre todo cuando en el sexenio que está por acabar existen casos claros de corrupción.
El director de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez, confió en que será “sólo una señal política y no una decisión de gobierno” la promesa de López Obrador de perdonar a los corruptos que no tengan iniciados procesos judiciales.
Mencionó que “en principio”, la iniciativa parece hecha sólo entre políticos y para políticos.
Mauricio Merino, investigador del CIDE, aseguró que convertir el combate a la corrupción en una “pesca de peces gordos o en una venganza” es un error, porque eso no resuelve el problema de fondo y lejos de arreglarlo lo que hace es producir una espiral de deseo de venganza inacabable y puede “dar al traste” con estados nacionales democráticos.
Señaló que si de eso habla el presidente electo, “me parece que es una postura que debemos entender y comprender. Pero otra cosa distinta es el perdón, porque eso un acto de Estado, y ahí evidentemente eso no puede suceder en un Estado de derecho, donde se debe aplicar la ley”.