¡Síguenos!En los próximos seis años, por cada tres toneladas de peces nadando en los océanos, habría una tonelada de plásticos, lo cual ha creado una importante alerta y cuenta regresiva para los activistas que buscan salvar a las especies marinas y, de paso, al ser humano.
TwittearVisitas: 1696
En los últimos 20 años, los plásticos que llegan a los océanos han llevado a más de 660 especies de fauna marina a la orilla de la extinción, ya que de cada año ocho millones de toneladas de ese desecho invaden su hábitat.
Ese material es un riesgo latente, ya que puede ser ingerido por las especies, o éstas se pueden enredar entre los plásticos y morir, señaló Sarah Kollar, jefa de Extensión del Programa Internacional de Limpieza Costera, Mares sin Basura, a la agencia de noticias Notimex.
"Si no frenamos la cantidad de basura y plásticos que entran al océano, terminaremos con más basura que peces en nuestros futuros océanos", alertó la experta.
Hoy en día, el plástico es el principal desecho que entra a los océanos. Se puede manifestar desde fibras sintéticas que comprenden artículos como ropa y equipo de pesca, hasta empaques y muchos otros bienes de consumo que son de uso diario, como botellas de plástico, gorras y popotes.
Sarah Kollar puso como ejemplo que, en 2018, los más de 80 mil voluntarios que ayudaron a la organización a limpiar los océanos encontraron 9 millones 285 mil 600 kilos de basura, y dentro de ella habían 52 mil 258 zapatos, 131 mil 016 pañales y 43 mil 114 juguetes, entre otros objetos.
Los productos más comunes son las bolsas de plástico, popotes, colillas de cigarro, envoltorios de comida, contenedores de plástico y de unicel, además de botellas, tapas y taparroscas.
Una investigación realizada por el organismo en el año 2015, reveló que Asia Pacífico es clave para salvar los océanos si mejora la capacidad de gestión de sus desechos, y con ello, el flujo de plástico que ingresa a los océanos podría reducirse a la mitad para 2025.
Este problema puede generar riesgos para la salud humana, ya que se ha encontrado que los animales marítimos que se ingieren, contienen microplásticos, los cuales absorben sustancias químicas del agua que se pueden transferir a los tejidos del organismo huésped, alertó.