El responsable de la Oficina de Derechos Humanos para los Territorios Palestinos Ocupados, Ajith Sunghay, indicó que el nivel de destrucción en Gaza “es cada vez peor”.

Esta vez me ha alarmado especialmente la prevalencia del hambre, declaró a los periodistas en Ginebra a través de una videoconferencia, tras haber pasado una semana en Gaza.

“Tras 13 meses de violencia incesante, la amenaza de muerte por inanición, enfermedad o bombardeo es real. Los mercados locales son ahora inexistentes. La ONU no ha podido llevar ayuda humanitaria al norte de Gaza debido a los repetidos impedimentos o rechazos de los convoyes humanitarios por parte de las autoridades israelíes”, dijo Sunghay.

Además, el colapso del orden público ha intensificado la crisis y proliferan los saqueos y la violencia por los escasos recursos.

“A medida que los precios de los escasos productos básicos disponibles se han disparado, hombres armados desconocidos han disparado y matado a personas que intentaban comprar un simple sustento, como el pan. No se trata de incidentes aislados. La anarquía en Gaza de la que advertimos hace meses ya está aquí; totalmente predecible. Y, al igual que con toda la muerte y destrucción que he visto en mis anteriores viajes a Gaza, totalmente evitable”, aseveró.

Las familias desplazadas se enfrentan a terribles condiciones en refugios improvisados. Las mujeres describieron la falta de seguridad y el aumento de los casos de violencia de género.

A pesar de ello, Sunghay destacó los esfuerzos locales, incluidos los de los jóvenes, que responden a las necesidades de protección. Sin embargo, los bombardeos continúan sin cesar, obligando a constantes desplazamientos.