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El fuego israelí contra la Franja de Gaza sigue sin cesar y en el último día se cobró la vida de otros 35 palestinos y dejó más de un centenar de heridos, según el recuento del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
Con estas nuevas víctimas el número total de muertos se eleva ya a 43,799 y el de heridos a 103,601 desde que las tropas de Benjamín Netanyahu iniciaran la ofensiva contra el enclave, hace ya más de un año.
Las autoridades palestinas insisten en que esas cifras no incluyen los miles de desparecidos que permanecen bajo los escombros sin poder ser rescatados por los equipos de defensa civil y de emergencia debido a la intensidad de los ataques israelíes.
Aviones de combate israelí bombardearon el viernes por la tarde una casa en el barrio de Shujaiya, al este de la ciudad de Gaza, causando la muerte de tres personas, según informa la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
Durante la mañana de hoy, en Rafah, al extremo sur del enclave, otros cinco gazatíes murieron y varios de ellos quedaron heridos por bombardeos israelíes, según Wafa.
El Ejército israelí, por su parte, asegura que en esta zona sureña sus tropas “continúan operando”, y que en el último día “eliminaron a numerosos terroristas, desmantelaron sitios de infraestructura terrorista y localizaron una gran cantidad de armas”.
Sobre la situación en el asediado norte de la Franja, el Ejército en su comunicado se limita a decir que sus operaciones prosiguen en las zonas de Yabalia y Beit Lahia.
A principios del mes de octubre, las tropas retomaron su ofensiva en el norte de Gaza bajo la tesis de que Hamás estaba intentando reagruparse de nuevo en esa zona.
Desde entonces, unas 2.000 personas han muerto -según cifras palestinas- y los tres principales hospitales de la zona, que también han sido atacados por los tanques israelíes, (el Kamal Adwan, el Indonesio y el Al Awda) funcionan parcialmente.
A eso se suma la poca ayuda humanitaria que ha entrado al norte de Gaza en este último mes lo que podría derivar en una hambruna “inminente”, de la que han venido alertando en estos últimos días diferentes organismos internacionales, entre ellos la ONU.