¡Síguenos!El compositor mexicano Agustín Lara supo imprimir al bolero un sello personal. Intervino en unas 30 películas y creó alrededor de 700 melodías —canciones, pasodobles, pasacalles, baladas, tangos…— muchas de las cuales alcanzaron en español o dobladas a otros idiomas y cantadas incluso en estilos diferentes, una popularidad universal, y una presencia que mantienen incólume. Como expresa la ensayista Josefina Ortega: «No importa que transcurra el siglo XXI. La música de Lara sigue llegando a los corazones, como si tal cosa».
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Algunos de sus biógrafos aseguran que vino al mundo en Tlacotalpan, Veracruz, el 30 de octubre de 1900, en tanto que otros refieren que el nacimiento ocurrió en Ciudad de México, en 1897, y otros en 1901. De cualquier manera, su infancia transcurrió en Tlacotalpan, aunque pronto debió su familia trasladarse a la capital mexicana. Su tía Remedios lo ayudó a improvisar sus primeras notas, pero su vocación por la música nació mientras escuchaba a su padre tocar el piano de la casa.
Lo suyo fue la música y a ella se dedicó por entero a partir de 1927. Tocaba en bares, cafés, prostíbulos y salas de cine mudo. Dos años más tarde hace amistad con cantantes de la talla de Juan Arvisu y Maruja Pérez y trabaja como su pianista acompañante. En la emisora XEW está al frente del espacio La hora azul y su presencia en La hora íntima de Agustín Lara, donde estrena cada día una o más canciones, lo hace conocido en todo México. Dirige además la orquesta de la emisora mientras que cantantes como Toña la Negra y Ana María Fernández popularizan sus canciones.
Corre el año 1932 y Agustín Lara emprende una carrera frenética hacia la fama. Hace en esa fecha su primera gira internacional. En París arrebata a los franceses y una de sus composiciones, Farolito, se convierte allí en la melodía de moda.
Arráncame la vida, María Bonita, Veracruz, Solamente una vez, Farolito, La cumbancha, Granada, Oración Caribe, Piensa en Mí, Pecadora y Rival, son solo algunos de sus temas que forman parte del patrimonio sonoro mexicano al no tener barrera en el tiempo.
Agustín Lara, el artista que le cantó majestuosamente al amor y a las mujeres estuvo inconsciente los últimos días de su vida, estuvo en coma durante 23 días, murió de un paro cardiorrespiratorio por una insuficiencia cardíaca y un enfisema pulmonar crónico. Eran las 15:50 horas cuando en la habitación 347 del Hospital Inglés el "Flaco de Oro" dio su último respiro; fue despedido como un genio de la canción romántica. Por Decreto Presidencial de Gustavo Díaz Ordaz, los restos del músico poeta fueron sepultados en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil.