“Ustedes no me van a impresionar”, reviró el gobernador Miguel Barbosa a los socios de Coparmex en la liturgia empresarial denominada “Toma de compromiso de la Coparmex”.

El ambiente entre los socios del sindicato patronal y el mandatario subió a tal grado que Fernando Treviño debió acercarse al micrófono colocado en el podio utilizado por el invitado para pedir respeto al gobernador.

El mandatario había reprochado las obras suntuosas del periodo de gobierno del panista Rafael Moreno Valle que comprometieron ingresos para la administración estatal como el cobro del impuesto sobre la renta, y de las que dijo “todo Puebla aplaudió”.

Retó a los anfitriones: si tienen preguntas, comentarios, aquí de frente, fue cuando los integrantes de esa agrupación dijeron desde el sillerío “que devuelva la UDLAP”, la universidad privada que vive un litigio jurídico desde hace meses.

“De dónde sacan ustedes que yo devuelva la UDLAP”, es un asunto de legalidad, remachó, al tiempo de recordarles que la Fundación Mary Streey Jenkins fue saqueada con 700 millones de dólares que luego fueron llevados a varios destinos hasta terminar en Barbados.

“Si no lo han leído, ahora ya lo saben”, les dijo, al tiempo de recordarles que se trata de un acto de legalidad.