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En un encuentro con empresarios y comerciantes en San Martín Texmelucan, Miguel Barbosa Huerta, candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, afirmó que él es el único que puede encabezar la transformación de Puebla, pues existe un descontento social por la forma cómo se ha ejercido el poder público en los últimos años.
¿Podemos pensar que esa transformación puede correr a cargo de un gobierno que encabece Martha Erika Alonso? Yo no veo cómo alguien puede pensar que puede correr a cargo de un gobierno que encabece Martha Erika Alonso. ¿Puede correr a cargo de un gobierno que encabece Enrique Doger? tampoco, sostuvo.
“Créanme que, de manera muy humilde les digo: yo soy el único que puedo encabezar una transformación en el estado de Puebla”, aseguró.
Durante el encuentro en San Martín Texmelucan, el candidato a la gubernatura estatal explicó que entre los puntos clave de su agenda programática para el gobierno están: combate a la pobreza, seguridad pública, lucha contra la corrupción y normalidad democrática.
Explicó que, de acuerdo a datos del INEGI y del CONEVAL, Puebla es el cuarto estado más pobre del país, con altos índices de marginación en muchas áreas.
Aseguró que Puebla requiere un plan de desarrollo regional estratégico a partir de las características de cada región, “tiene que haber una política fiscal de estímulos a las actividades que se impulsen, se tiene que revisar el impuesto sobre la nómina”.
En materia de seguridad, Miguel Barbosa se comprometió a que en los primeros 100 días de su gobierno se generarán las condiciones de percepción hacia la gente de que no hay impunidad en Puebla, ni vinculación con el crimen organizado.
Como primera acción, dijo, el 15 de diciembre cuando inicie su gobierno, “vamos a reestructurar toda la policía del estado, la estatal y las municipales; hay que dignificar la carrera policial, hay que capacitarlos, profesionalizarlos, dotar de poder de fuego para combatir al crimen organizado. No habrá un solo policía sin acreditar su examen de control de confianza”.
Consideró que el Ejército y la Marina deben quedarse en labores de combate al crimen organizado, pero bajo una ley en la cual estén bajo la coordinación de la autoridad civil, y no al revés como lo están hoy.
Consideró que el modelo de seguridad pública nacional y el policial nacional fracasaron por la vinculación de los mandos en seguridad pública nacionales y policiales con el crimen organizado. “Hay que hacer reformas constitucionales, pero mientras eso se lleva a cabo no vamos a estar con los brazos cruzados”.
En combate a la corrupción, Barbosa Huerta dijo esta estrategia debe darse a partir del Sistema Estatal Anticorrupción, con plena autonomía del poder público, y no como hoy, que muchas de las instituciones que forman parte de este sistema están sometidas al gobierno del estado.
“El sistema es correcto, pero la dependencia hacia el gobierno es absoluta. Mientras haya sometimiento no va a funcionar”, sostuvo.
Sobre el tema de normalidad democrática, Miguel Barbosa Huerta aseguró que su gobierno va a garantizar que la gente pueda tener la afiliación política que quiera, con absoluta libertad. Se pronunció en contra del control gubernamental que hay sobre un gran porcentaje de prensa en Puebla.
Dijo que en su gobierno el poder no será utilizado para la venganza, “nunca el poder para espiar, para perseguir, para amenazar, para beneficiarse”.
Criticó que actualmente los poderes públicos de Puebla están sometidos al Ejecutivo estatal. “El Poder Legislativo local no desarrolla sus actividades que constitucionalmente se le otorgan. El Poder Judicial no desarrolla la actividad constitucional de revisar la legalidad de los actos de los otros dos poderes”.
Además, afirmó que cuando Rafael Moreno Valle fue gobernador socavó a los partidos políticos, entre ellos al PAN, “un partido que era una oposición auténtica, genuina, real. Al PRI lo debilitó, al PRD lo borró, el PANAL y el PVEM son partidos satélites. La normalidad política en Puebla no existe”.
Por ello, Miguel Barbosa Huerta insistió en el próximo 1° de julio, más allá de votar por una persona o un partido, el verdadero sentido del sufragio está en el hecho de hacer una verdadera transformación tanto en Puebla como en el país.