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Parques limpios e iluminados, con juegos y deportes, espacios públicos donde impere la tranquilidad, y ciudades donde las niñas y las mujeres no tengan que temer por las con condiciones de inseguridad, son algunos de los objetivos que tenemos que plantearnos todas las naciones que estamos hoy en Hábitat III, para su pronto y eficaz cumplimiento, afirmó el legislador Local Pablo Fernández del Campo Espinosa durante el evento internacional que se realiza esta semana en Quito, Ecuador.
En el evento titulado “Laboratorio Urbano Infantil: La Ciudad y mis Derechos”, el representante del Congreso poblano indicó que el estrés y los obstáculos que tienen que enfrentar los menores para trasladarse, para convivir y para sentirse seguros, es uno de los mayores retos a superar si en verdad se pretende que la Cumbre Hábitat III mejore su futuro.
Al participar en las actividades de la Cumbre, el legislador reconoció la importancia de construir las ciudades con los infantes como punto de inicio en la planeación urbana, pues, aseguró, en la actualidad todas están hechas solo para los adultos, lo que conlleva enormes riesgos para la población menor de edad.
Es triste reflexionar en que la segunda causa de muerte entre los infantes de 5 y 14 años de edad –reflexionó Pablo Fernández-, son los accidentes viales. En nuestro continente, las ciudades actuales están hechas para los automovilistas, no para los peatones. Debemos priorizar la convivencia factible entre estos dos elementos de la ciudad.
“Este día les digo a todos ustedes que tenemos un compromiso de regresar a nuestros países de origen, con el recuerdo permanente de estos niños para que cada una de las propuestas, leyes y acciones de gobierno que tomemos, se hagan pensando en el presente y el futuro de los niños y las niñas”, declaró Fernández del Campo.
Al abordar el caso mexicano, el legislador resaltó el trabajo conjunto que se lleva a cabo con el Colegio Nacional de Jurisprudencia Urbanística, desde donde se revisan las leyes que mejoren la vida de los infantes, y así poder cambiar esas estadísticas.
Con la presencia de Rosario Robles Berlanga, Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Gobierno Federal, el Laboratorio Urbano Infantil fue el escenario para que decenas de niños y niñas expusieran lo que quieren para sus vidas, con el mensaje hacia los adultos de que esas buenas intenciones deben convertirse en acciones que verdaderamente impacten de forma positiva en su calidad de vida.
Al concluir su participación en el acto, Pablo Fernández del Campo auguró que “solo tras escuchar lo que verdaderamente desean los infantes vamos a entender que lo que estamos intentando resolver en esta Cumbre, y en cada país, es para que lo disfruten quienes en 20 años acudirán en la próxima reunión Hábitat, y entonces puedan comprobar que lo hecho hoy incrementó las posibilidades de desarrollo y convivencia pacífica de todos los infantes presentes”.
Dentro de nuestro mundo adulto, con decisiones y planes y trabajo interminables, nos hemos alejado excesivamente de la visión que los pequeños tienen del lugar en el que viven, de lo que sienten y de lo que quieren, de lo que temen y de lo que piensan.
Podría resultar muy cómodo venir a esta Cumbre Hábitat III, discutir los problemas urbanos globales e irnos con propuestas de solución. Podría ser un encuentro más en el que las buenas intenciones, en donde el concepto de dejar un legado a generaciones futuras se quede en eso, en un mero concepto.