Cuando llegó hoy por la mañana el seudo periodista Arturo Rueda Sánchez a los juzgados de Cholula portando su amparo, no imaginaba que quedaría sin efecto al cambiarle las medidas cautelares y saldría de ahí por la noche rumbo al penal de San Miguel a purgar la pena de 13 meses que le faltan por el delito de extorsión, para completar los 2 años 3 meses de sentencia que un juez le impuso recientemente.

Si alguien habla de venganza, se equivoca.

Se impone la aplicación de la ley para la impartición de justicia, doblegando a la impunidad.

Y que conste que Rueda logró la condena mínima, porque la máxima es de 9 años. Igualmente, las medidas cautelares fueron benévolas, al grado de violarlas reiteradamente en un acto delincuencial digno de una persona soberbia que se siente protegida.

Al abandonar la prisión de Tepexi de Rodríguez, juró que se portaría bien y se dedicaría a fabricar crucifijos, intentando falsamente impresionar al mundo católico; se involucró en el proceso electoral manipulando información tratando de engañar a electores; difamó y calumnió a quien le dio la gana; pidió acta de firmas del juzgado de Cholula donde estampaba su poderosa como parte de las restricciones legales; se confabuló con el juez Miguel Ángel Hernández Jiménez, quien le avisaba a él y su abogado Ernesto Ramírez López todo lo que iba a ocurrir.

Era tanta su arrogancia que se atrevió a decir, en una entrevista a un pillo en el hospital Ángeles donde estuvo internado recientemente, que el juez Hernández le pidió hablarle al Gobernador Sergio Salomón para tener su anuencia de dejarlo en libertad y no ser sujeto a represalias.

El mismo juez le entregó el acta de firmas. Por eso Hernández Jiménez tiene una denuncia en la fiscalía de Gilberto Higuera Bernal y una queja ante el Consejo de la Judicatura. Y aún así lo premiaron enviándolo a chambear al juzgado de Atlixco.

Hernández Jiménez, se atreve a decir que le hacen los mandados porque goza de la protección de los consejeros de la judicatura Amadeo Fuentes Añorve y César Iván Bermúdez Minutti. Todos ellos dicen obedecer órdenes del próximo senador Ignacio Mier Velazco y de una mano poderosa del gobierno estatal actual.

POSDATA: La aprehensión del director del desprestigiado periódico Cambio, socio y amigo de Ignacio Mier Velazco, es un acto de justicia contra la impunidad, que nada tiene que ver con vendettas.
Entiéndase que la extorsión de persigue de oficio. No basta el perdón de la víctima, en este caso de Jorge Estefan Chidiac.
POSDATA 2: El amparo que promovió Rueda Sánchez fue contra la orden de aprehensión, más no contra el cambio de medidas cautelares que modificó su libertad condicional, devolviéndolo al penal.
POSDATA 3: De ninguna manera se debe festinar lo que le sucede a Rueda, pero tampoco es aceptable la burla a las leyes e impartición de justicia de que hizo gala desde hace muchos años.
Administrar reputaciones utilizando la extorsión y destrozando honras, no es digno de seres bien nacidos. Falta saber si logró evadir las acusaciones de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y negocios con dinero de procedencia ilegal.
POSDATA 4: Recién había salido de la cárcel, Arturo Rueda Sánchez se casó por la iglesia. Se confesó y comulgó, lo mismo que sus padrinos poderosos, creyendo engañar a la dignidad misericordiosa eterna que es un gran misterio para las conciencias extraviadas.
POSDATA 5: El maestro Ricardo Herrera Saldívar, fiscal encargado del tema Rueda, fue quien denunció al juez Miguel Ángel Hernández Jiménez por delitos contra la administración de justicia, al concederle al extorsionador la libertad, tratándose de delitos graves, aparte de presentar una queja ante el consejo de la judicatura. Increíblemente, en vez de suspenderlo, lo protegen y lo premian cambiándolo de adscripción a la ciudad de Atlixco.