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Aunque el personal habitual sigue operando en la central, la dirección de la planta está ahora bajo las órdenes de los militares rusos que tomaron el control del emplazamiento la semana pasada, según ha declarado el director general Rafael Mariano Grossi.
“Para poder explotar la central de forma segura, la dirección y el personal deben poder desempeñar sus funciones vitales en condiciones estables, sin interferencias ni presiones externas indebidas”, declaró Grossi.Ucrania informó de que cualquier acción de la dirección de la planta -incluidas las medidas relacionadas con el funcionamiento técnico de las seis unidades del reactor- requiere la aprobación previa del comandante ruso.
Grossi expresó su grave preocupación por este hecho, ya que contraviene uno de los siete pilares indispensables de la seguridad nuclear que expuso en la reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA del 2 de marzo, convocada para abordar las implicaciones de la situación en Ucrania en materia de seguridad y salvaguardias.
El pilar 3 establece: “El personal de explotación debe ser capaz de cumplir con sus deberes de seguridad y protección y tener la capacidad de tomar decisiones libres de presiones indebidas”.RUSIA CORTA LAS COMUNICACIONES CON LA CENTRAL NUCLEAR
Ucrania además informó que las fuerzas rusas en el emplazamiento han desconectado algunas redes de telefonía móvil e Internet, de modo que “no se puede obtener información fiable del emplazamiento a través de los canales normales de comunicación”.
El regulador nuclear ucraniano ha informado este domingo al OIEA de que ha empezado a tener “importantes problemas de comunicación con el personal que opera en la central nuclear de Zaporiyia”. Las líneas telefónicas, así como el correo electrónico y el fax han dejado de funcionar. La comunicación por teléfono móvil sigue siendo posible, pero con mala calidad.
Esto, señala el OIEA, contraviene otro de los siete pilares indispensables, el número 7: “Debe haber comunicaciones fiables con el regulador y otros”.“Estoy muy preocupado por estos hechos que se me han comunicado hoy. Apenas unos días después de que presentara los siete elementos principales de la seguridad nuclear a la Junta del OIEA, varios de ellos ya se están viendo comprometidos”, dijo Grossi.
“La situación de deterioro de las comunicaciones vitales entre el regulador y la central nuclear de Zaporiyia es también una fuente de profunda preocupación, especialmente durante un conflicto armado que puede poner en peligro las instalaciones nucleares del país en cualquier momento. Las comunicaciones fiables entre el regulador y el operador son una parte fundamental de la seguridad nuclear general”, añadió.
NORMALES, LOS NIVELES DE RADIACIÓN
A pesar de los problemas de comunicación, el regulador pudo proporcionar información actualizada sobre el estado operativo de la central nuclear de Zaporiria y confirmar que los niveles de radiación en ella seguían siendo normales. De los seis reactores, la Unidad 1 está en mantenimiento planificado hasta mediados de 2022, la Unidad 2 funciona ahora a plena capacidad, la Unidad 3 está en estado de parada en frío, la Unidad 4 funciona casi a plena capacidad, la Unidad 5 se está enfriando para pasar a un estado de reserva en frío y la Unidad 6 está en parada en frío.
Un hecho positivo es que los equipos operativos de la central están rotando en tres turnos. Pero había problemas de disponibilidad y suministro de alimentos, lo que estaba teniendo un impacto negativo en la moral del personal, dijo el regulador.