¡Síguenos!En la búsqueda de compuestos naturales que contribuyan al bienestar físico de las personas, un investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP desarrolló un cicatrizante a base del extracto de la corteza del árbol de Tepezcohuite, que regenera en poco tiempo células dañadas por alguna lesión o quemadura.
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“El proceso que llevamos a cabo fue extraer las sustancias orgánicas condensadas, llamadas taninos, que se encuentran contenidas en este tipo de árboles; posteriormente, las encapsulamos en matrices de óxido de titanio”, explicó José Albino Moreno Rodríguez, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la BUAP.
“Desde la medicina tradicional, la mimosa tenuiflora -como también se le conoce a este arbusto- ha sido utilizada para curar diversos tipos de lesiones en la piel, desde quemaduras leves, hasta de tercer grado, así como heridas provocadas por objetos punzocortantes, sin dejar marcas permanentes. De aquí que nuestra intención fue comprobar este uso y llevarlo a una escala nanométrica”, señaló.
Una vez que se ha aplicado sobre la herida, el óxido de titanio es un compuesto inorgánico poroso que permite liberar, de forma gradual, los taninos condensados sobre las células dañadas, conforme éstas lo van requiriendo para regenerarse.
“Estos materiales penetran en la epidermis y actúan de una forma rápida en el lugar específico donde se encuentra la lesión, lo que permite una mayor efectividad en el proceso de sanación”, refirió.