¡Síguenos!La media de peso ganado durante el confinamiento domiciliario motivado por la pandemia de coronavirus ha sido de 2 a 3 kilos. Este aumento del peso corporal parece ser la consecuencia de peores hábitos de vida en alimentación, con un aumento del picoteo, y un mayor tiempo dedicado a ver la televisión, así como un descenso en la actividad física, según una encuesta realizada en 1.000 personas por la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) con el apoyo de Novo Nordisk.
TwittearVisitas: 2304
¿Por qué hay que evitar engordar?
Desde que el coronavirus ha entrado en nuestras vidas se ha confirmado que la obesidad es un factor de riesgo fundamental para una mala evolución de la infección por la Covid-19, tanto en la duración de la enfermedad como en la necesidad de requerir ingreso hospitalario o en cuidados intensivos, así como en la probabilidad de recibir ventilación mecánica y de mortalidad. De ahí que los expertos de la Seedo hagan hincapié en la necesidad de mantener el peso a raya, puesto que se calcula que en España un 60% de la población tiene exceso de peso y más de un 20% presenta obesidad.
Albert Lecube, vicepresidente de Seedo, añade que el 50,9% de la población sabe que la obesidad es un factor de mal pronóstico del coronavirus. Sin embargo, el 49% no es consciente y esta cifra asciende al 67% en la población entre 18-24 años, “un grupo que ahora mismo está bajo la lupa debido a los rebrotes que se están produciendo en toda España”. Además, aumenta hasta el 70,7% entre los que han engordado más de 3 kilos en el confinamiento. Por eso “realizar actividad física y mantener unos hábitos de vida saludables debe ser la norma”, añade Lecube.
Picoteo y más horas de televisión confinados
Según Francisco Tinahones, presidente de Seedo, más del 50% de los encuestados reconocen haber aumentado el consumo de alcohol y productos de bollería, “productos muy ricos en azúcares refinados e hidratos de carbono, que obviamente no son recomendables”.
El estrés y el aburrimiento generado por el confinamiento han generado más sensación de hambre en el 40% y más de un 20% de los encuestados han optado por el picoteo.
El 56% reconoce haber hecho menos actividad física y casi el 33% ha estado más de cinco horas sentado frente al televisor, mientras que más de la mitad estuvo más de 5 horas sentado.
El aumento de peso y el descenso en la actividad física se relacionan, además, con factores socioeconómicos y educacionales. Así, a menor nivel de ingresos, mayor abandono de los hábitos de vida saludables.”El menor tamaño de la vivienda ha sido un limitante para la actividad física y ha aumentado el consumo de horas frente al televisor”, dice Tinahones.
¿Cómo mejorar la alimentación y la actividad física?
Con estos datos y puesto que los rebrotes van aumentando es más importante que nunca mantener el peso saludable. “La obesidad no es un problema estético, es una enfermedad que produce un mayor número de muertes y de enfermedades asociadas. No existe aún ese conocimiento de que la obesidad empeora el estado de salud”, dice Tinahones.
De hecho, la obesidad es la causa principal de la aparición de diabetes y tiene gran influencia en la aparición de muchos cánceres, como el de mama o el de endometrio, por ejemplo.
Según Susana Monereo, secretaria técnica de la Seedo, es crucial que cale el mensaje de que es necesario cuidar el peso en todo momento, y más durante la pandemia de coronavirus. Por ello afirma que “a las recomendaciones que se han hecho frente a la Covid-19, como el uso de la mascarilla, del gel hidroalcohólico o el lavado de manos, entre otras, debería incluirse el concepto de cuidar el peso de forma continuada porque si no la probabilidad de enfermar por la infección es mayor”.
Entonces, ¿cómo nos tenemos que cuidar?
Lo primero es prestar atención a la alimentación y abandonar el consumo de alimentos ricos en azúcares. La regla de oro es reducir el azúcar de la dieta, los hidratos de carbono de absorción rápida. Una forma para llevar una alimentación saludable es hacer una compra adecuada, evitando llevar a casa chocolates, bebidas alcohólicas, dulces, alcohol... “Conviene no improvisar y planear los menús con tiempo en los que la verdura sea el plato principal, utilizar proteínas -carne, pescado y huevos cocinados de forma sencilla-. De postre, siempre fruta”, dice Monereo.
Evitar el consumo de alcohol, que además de otros efectos perjudiciales añade una gran cantidad de calorías vacías a la dieta y engorda mucho
Para perder peso o mantenerlo es importante realizar actividad física vigorosa todos los días, al menos durante 30 minutos. Para ello, y si no podemos salir de casa, se pueden realizar vídeos por internet, hacer sentadillas o subir y bajar escaleras. Se debe, además, realizar ejercicios de fuerza con pesas.
Los pacientes en tratamiento de la obesidad han abandonado sus tratamientos, por lo que es necesario que retomen sus medicamentos, así como que adopten de nuevo las recomendaciones de dieta y ejercicio.
No hay que olvidar tampoco que los hábitos de vida parecen tener un efecto halo o contagioso, por lo que es muy importante que los padres de familia tengan un comportamiento ejemplar. ¿Cómo convertirse en un ejemplo? Puesto que los niños tienden a repetir los comportamientos observados en casa es conveniente que se realice actividad física y una dieta saludable, en la que haya todo tipo de alimentos, pero que predominen las frutas y verduras y los alimentos a la plancha y huyendo de los fritos y los guisos con muchas salsas. Y, por supuesto, evitar los platos precocinados y ultraprocesados.
“Este tipo de alimentación mejora la inmunidad y nos ayudará a defendernos contra la pandemia. Lo mismo hace el ejercicio físico, moderado o intenso, que es otro potenciador de la inmunidad. Hoy más que nunca necesitamos esos beneficios inmunitarios que, además, tienen también un carácter antiinflamatorio”.
