Debido a la naturaleza de esta modificación, que involucra cambios constitucionales, es necesario que la reforma cuente con el aval de al menos la mitad más uno de los congresos estatales del país para ser aprobada. Esto implica que, una vez aprobada por el Congreso local, será remitida a los demás legislativos estatales para su respectiva validación. De acuerdo con fuentes cercanas al Congreso, se espera que la votación sea favorable, dado que cuenta con el apoyo de una amplia mayoría de los legisladores.

Sin embargo, la tensión ha crecido fuera del recinto legislativo. Trabajadores del Poder Judicial, quienes se oponen a varios aspectos de la reforma, intentaron dar portazo a la sede del Congreso como muestra de su descontento. Los manifestantes alegan que la reforma pone en riesgo su estabilidad laboral y afecta la independencia judicial. Elementos de seguridad se han desplegado en el lugar para evitar que las protestas escalen a un nivel mayor.

A pesar de las manifestaciones, el Congreso ha reiterado su compromiso de seguir adelante con la sesión programada, enfatizando la importancia de la reforma para garantizar un sistema judicial más robusto y eficiente. Se prevé que el resultado de la votación sea dado a conocer en el transcurso de la noche.